martes, 28 de marzo de 2017

DISCURSO LXXXV ANIVERSARIO LUCTUOSO DE ILDEFONSO CIPRIANO GREEN CESEÑA, SUDCALIFORNIANO ILUSTRE



LXXXV ANIVERSARIO LUCTUOSO DE ILDEFONSO  CIPRIANO GREEN CESEÑA, SUDCALIFORNIANO ILUSTRE
Por: Luis Domínguez Bareño

Cronista Municipal de La Paz

Rotonda de los Sudcalifornianos Ilustres, La Paz, B. California Sur, 27 Marzo 2017

Ildefonso Cipriano Green Ceseña nació en Cabo San Lucas el 23 de enero de 1830, hijo de Esteban Rufino Green doña Jesús Ceseña Ojeda, huérfano de padre a los cinco años fue enviado a San José del Cabo a estudiar la educación primaria. Su madre contrajo segundas nupcias en 1844 y la familia emigró a San José en la Alta California; dos años después se trasladó a la ciudad de Nueva York donde llevó a cabo algunos estudios de medicina y logró adquirir un conocimiento notable de la cultura en general.

    Después de otras dos estancias en la Alta California, regresa definitivamente a Cabo San Lucas en el año de 1853, justo en ese año el filibustero Wiliam Walker pretendió crear la República de Baja California, lo cual no era más que un pretexto para tratar de separar la península de México y después anexarla a los Estados Unidos. Don Ildefonso intuía bien estas malsanas intenciones de Walker y se dio a la tarea de organizar un contingente de hombres para hacer frente a estos aventureros norteamericanos que creyeron ver desprotegida la península y que sería relativamente fácil ponerla bajo su mando.

    Pero el valor de Ildefonso Green y otros valientes californios pudo más, al final de cuenta se impusieron a los invasores que expulsaron al año siguiente; estos importantes triunfos afirmaban contundentemente que los sudcalifornianos se miraban así mismo como orgullosos mexicanos y dispuestos a defender la península en favor de la patria, ya la triste experiencia de la mitad de la pérdida del territorio nacional en 1848 había calado muy hondo en la mentalidad peninsular.

    Ya había tenido su bautizado de fuego combatiendo a los piratas extranjeros, ahora tocaba defender el orden y la ley suprema de la nación contra los mexicanos que desconocieran la Constitución liberal de 1857. Es por eso que, junto a Mauricio Castro, Green se levanta en armas nuevamente, esta vez organiza una compañía liberal de rancheros a los que se conoce como “rifleros de San Lucas” con los cuales derrota al bando conservador y se impone el orden constitucional, apoyando a Teodoro Riveroll para que gobernara la península. Así permanecieron los sudcalifornianos, dándose un gobierno interno liberal, mientras los invasores franceses imponían la monarquía de un emperador extranjero en el resto del país en la persona de Maximiliano.

    En estos momentos difíciles para la nación, Don Ildefonso se asoció con otro sobresaliente sudcaliforniano, el Gral. Manuel Márquez de León, junto a quien trabajó para preparar la península ante cualquier ataque que intentaran hacer los franceses, Green con sus rifleros se quedó custodiando la península, mientras Márquez avanzó al interior del país con un grupo de valientes sudcalifornianos que integraron el “batallón Cazadores de California” que combatió gallardamente contra los franceses.
    Cuando Pedro Magaña torció la ley para perpetuarse en 1866 en la jefatura política local, nuestro héroe del sur peninsular fue a combatirlo y, tras nueve días de asedio en Santiago, finalmente logra derrotarlo y reestablecer el orden legal del gobierno republicano juarista.

    En 1874, tras desconocer al jefe político nombrado por Juárez, se levantó en armas Ramón Valdez, en esta ocasión Green personalmente acabó con la vida del rebelde Valdez y, a pesar de recibir órdenes expresas de fusilar a los prisioneros tomados de la revuelta de Valdez, se negó a cumplir con las dichosas órdenes debido a que consideraba que eran muy jóvenes los rebeldes y habían sido engañados para participar en la revuelta, prefería no hacer correr la sangre de gente inocente. Lo cual nos muestra la magnanimidad y ejercicio responsable de sus ideales.



    Amigo siempre de la causa liberal, supo ver junto a Márquez de León, que al llegar Porfirio Díaz por fin a la presidencia de México, no se había portado a la altura de los ideales liberales, mucho menos daba algún paso concreto para hacer realidad los anhelos políticos de los sudcalifornianos; es por eso que toma parte en la Revolución de El Triunfo de 1879, con la cual Márquez de León se levanta en armas contra el Presidente Díaz. Después de derrotar a las tropas federales en el sur, ante el envío de más soldados federales de Sonora y Sinaloa, se repliega con Márquez hacia la frontera norte de la península, donde se dedicó a las actividades mineras hasta que pudo volver a finales del siglo XIX a su tierra sureña donde se dedica a la captura de ostras perleras.

    Pero el destino le dio revancha, y vio caer la larga dictadura de Porfirio Díaz en 1911, tras lo cual Don Ildefonso fue electo presidente municipal de San José del Cabo. Por ser parte del gobierno, tras la muerte de Madero y la usurpación de la presidencia de Victoriano Huerta, se le ordenó combatir a los constitucionalistas comandados por Félix Ortega. Pero otra vez hizo uso de su atinado criterio y se negó a perseguir a Ortega.

    Se sumó a las filas del constitucionalismo en 1915, junto a Urbano Angulo, coincidiendo una vez más en ese espíritu liberal revolucionario pero respetuoso de la legalidad, que una vez reestablecida hizo que Ildefonso Green fuera nombrado mayor en el ejército del cual se da de baja dos años después. Y ya casi con noventa años a cuestas sigue dedicando su tiempo a defender las causas populares, reclamando tierras para los campesinos a la vez que solicitaba al gobierno ofreciese oportunidades educativas para los jóvenes además de velar porque los recursos naturales concesionados a empresas extranjeras regresasen a manos mexicanas. La muerte lo sorprendería en su rancho Santa Gertrudis un día como hoy, pero de  1932, a la edad de 102 años.


    Don Ildefonso Cipriano Green Ceseña fue un hombre necesario para México y para la Baja California, le tocó participar defendiendo a la “patria grande” contra las ambiciones extranjeras, y también defender a la “patria chica” contra las ambiciones de los compatriotas que trataron de transgredir la ley; Ildefonso Green es más que un héroe, es un ejemplo de pundonor, de congruencia y de sensatez, virtudes siempre actuales y todas ellas muy necesarias antes de llegar a las armas, es decir, para llevar a cabo una buena política que sirva a los intereses del pueblo. Por ese alto sentido de responsabilidad para con su gente y su tierra, es que hoy en día se le considera un sudcaliforniano ilustre, sigamos aprendiendo de este hombre eterno. 

Muchas Gracias.










1 comentario:

  1. La verdad, Chucho Castro fue un tipo mediocre, cuando director del PRI, traia el presupuesto en la bolsa del pantaloon. Este Profesor Murillo Aguilar, fue siempre un griton, pilas nuevas, despota y abusive con sus condiscipulos en la secundaria. Siempe un odioso sangretas, nunca popular, pero gandalla, siempre arrebatando el microfono pa dares guayabazos..ya en su vida professional, Alberto lo puso en el PRI solo como firmon, sabeindo que no sirve pa nada...pero eso no es lo peor...trajo a toda su indiada, una caterba de Murillos odiosos y a todos les dio trabajo en todos los partidos, les llaman los pulpos del gobierno local, son unos parasitos..con un comun denominador, indios odiosos, rancheros taimados...a este Profesor mas se le conoce como el Violador del Mezquitito, donde dejo a uan joven herida, violada y traumada de por vida...pero amenazo a la humilda familia para no hacer mas ruido. Luego lo corrieroon del CLub de Leones por sus escandalos sexuales y morales….toda una fichita...los que fuimos a la escuela con el, lo recordamos con odio y rancor...cuando muera, vamos a hacer pastel....este murillo es una mala vivencia, una experiencia desagradable, tener la mala suerte de haberlo conocido..simpre con la Jeta de Malencarado, despota, abusivo, peleado con el mundo.
    Los de la Secundaria y Preparatoria Morelos, lo recordamos con odio.

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