domingo, 30 de julio de 2017

¿POR QUÉ EN LA PAZ HAY DOS CALLES ILDEFONSO GREEN?

Por Luis Dominguez Bareño

El Reglamento de nomenclatura, monumentos y placas conmemorativas del municipio de La Paz no contempla la posibilidad de que dos calles tengan el mismo nombre en una localidad, el reglamento indica expresamente que en toda imposición de nomenclatura, sea nueva o un cambio que se quiera hacer, sea el de un nombre que no esté ya utilizado en otra calle de la misma localidad. 

    En la ciudad de La Paz tenemos el excepcional caso de que dos calles, en dos colonias de diferente rumbo, compartan la nomenclatura de Ildefonso Cipriano Green Ceseña. En la colonia San Pablo Guelatao, la calle Ildefonso Green empieza en el arroyo del Cajoncito y termina 500 metros después en el entronque con Margarita Maza de Juárez y la subida al cerro "El Cardón". La otra calle Ildefonso Green de la ciudad empieza justo a espaldas del nuevo Benemérito Hospital Juan María de Salvatierra en la Col. Revolución, su inicio es en entronque con Carabineros, pasa por detrás de la escuela secundaria Humberto Muñoz Zazueta, se encuentra con el blvd. Francisco J. Mújica, para terminar en la unión con la calle Petronilo Flores donde comienza un enorme terreno baldío que separa la Col. Santa Mónica de la Col. Civilizadores, cerca de la desembocadura donde se juntan los arroyos El Cajoncito y El Piojillo, una longitud total de 1.1 kms. tiene esa calle Green Ceseña de la Col. Revolución. 






viernes, 28 de julio de 2017

MAPA DEL TERRITORIO DE LA BAJA CALIFORNIA EN EL AÑO DE 1900

La geografía importa, y en el caso de nuestra California, hoy malamente llamada península de "Baja" California , importa mucho mas. Las características  fisicas de nuestra península han condicionado la vida en ella, la de la flora, la fauna y la de los mismos hombres. La insularidad es el rasgo geográfico más sobresaliente en nuestra condición, estar rodeados de mar condiciona y mucho, nos ata a un espacio terrestre autocontenido que hace primordial la comunicación vía marítima con otros puntos.




jueves, 27 de julio de 2017

MANUEL MÁRQUEZ DE LEÓN SUDCALIFORNIANO ILUSTRE


127 ANIVERSARIO LUCTUOSO DEL GENERAL MANUEL MÁRQUEZ DE LEÓN SUDCALIFORNIANO ILUSTRE

Rotonda de los Sudcalifornianos Ilustres, La Paz, Baja California Sur, a 27 de julio 2017

Discurso 127 Aniversario Luctuoso del Gral. Manuel Márquez de León

El Gral. Manuel Márquez de León nace en el año de 1822 en el sur de nuestra península californiana. Desde muy joven se enrola en la Marina nacional y comienza su vida en la milicia, presente en Sinaloa cuando se combate a los invasores norteamericanos en 1848, logra salir airoso en varias batallas. Después de que México perdiera esa guerra y, en consecuencia, la mitad de su territorio, Márquez se dedica a trabajar en el gobierno nacional, siendo representante de la Secretaría de Fomento en la península. Cuando en 1856, los intereses extranjeros nuevamente pusieron sus ojos en el objetivo de seguir desmembrando a la nación mexicana, Márquez viene a La Paz en auxilio de las autoridades locales y, con ayuda de las tropas de su sobrino Clodomiro Cota, logran controlar a los filibusteros que eran encabezados por Napoleón Zermann y los mandan presos a la Ciudad de México. A partir de 1855 Márquez es electo diputado local por la Baja California y ocupa su cargo en el congreso federal al año siguiente. Es en esas estancias en la capital donde Márquez se hace compañero de los liberales mexicanos, visita regularmente al secretario de Fomento Lerdo de Tejada, así como se dedica a sostener debates con otros prominentes liberales de la época.

    Márquez de León no firma la Constitución liberal de 1857 porque se trasladó al norte del país a contener algunas revueltas conservadoras, así se le pasa varios meses en el norte y occidente, principalmente en Sinaloa donde logra ser elegido Vicegobernador en 1861; al marchar el Gobernador, Gral. Plácido Vega, hacia Sonora, Márquez de León queda encargado de la gubernatura de Sinaloa en noviembre de 1861, desde donde ayudó como pudo a los liberales californianos en la lucha contra la reacción conservadora. Al presentarse la invasión francesa a partir de 1862, Márquez se encuentra en la línea de batalla en el ejército de Oriente en Puebla donde traba amistad con Porfirio Díaz, en ese entonces el Presidente Benito Juárez tiene algunos encuentros con Díaz y Márquez, el californiano aporta sus puntos de vista militares para combatir a los franceses.

    Juárez conociendo las capacidades de Márquez lo envía al norte, le pide encargarse del gobierno de Sinaloa antes que los caudillos de la zona sigan acabando con lo poco que existe para hacer frente a los invasores. Al hacerse cargo del gobierno y poner bajo control la plaza, entonces marchará a Durango donde también es nombrado jefe político y militar, luchando contra las tropas francesas que avanzaban sobre la Sierra Madre Occidental. Márquez se repliega al norte, como Juárez, y resisten los embates cerca de la frontera con los Estados Unidos; de alguna manera logra encontrarse con Porfirio Díaz y marchan hacia el Bajío ante la retirada de los franceses. Participa en el sitio de Puebla donde el Gral. Mariano Escobedo logra apresar a Maximiliano.

    Al terminar la guerra y ser condecorado, Márquez sigue fiel al bando porfirista. Se levantan en armas contra Juárez con el plan de La Noria al sentir que aquel traicionaba los principios liberales por los cuales tanto habían combatido a su lado. Juárez se impone pero al poco tiempo un infarto segará su vida. No será hasta 1876 que Díaz logre acceder a la presidencia de la república.

    Esperando los más altos honores de su compadre don Porfirio Díaz, Márquez comienza a desencantarse de aquel héroe que tanto respetaba al no recibir el puesto que buscaba, sino uno inferior, como administrador de la aduana de Tepic.

    Pero había más razones que ambiciones en el desencuentro de Díaz y Márquez, en el californiano privaba el enfado por la falta de cumplimiento del Plan de Tuxtepec, el cual señala que la Baja California tendría un estatuto orgánico que organice su vida política. Es la falta de respeto de Díaz ante sus compromisos lo que exaspera al californiano, al punto de que, poniéndose de acuerdo con varios militares y políticos en varios lugares del país, planea una revuelta que imponga realmente los principios por los que ha combatido históricamente el liberalismo mexicano. Pero cuando Márquez intenta conseguir lo necesario para armar la revolución esta es descubierta tanto aquí como en Sinaloa, no queda más que estallarla a pesar de lo desventajoso de hacerla sin tener listos todos los apoyos de la contracosta. Y aún con tales vicisitudes logran poner bajo su mando a la Baja California, derrotan a los federales en La Paz y los hacen huir a Mazatlán, casi dos meses tuvo Márquez el control político de la península californiana. Hasta que debió huir hacia el norte en busca de armas y pertrechos. Contó muchas bajas por el camino, al regresar al país por Sonora se apoderó de varios pueblos, pero la respuesta del gobierno de Díaz fue severa. Se combatió ferozmente la revuelta marquista, hasta hacerlo retroceder para internarse de nuevo en territorio estadounidense.

    Sería hasta 1884 que el General Márquez puede regresar al país, muriendo en la Ciudad de México precisamente un día como hoy del año de 1890.

    Manuel Márquez de León no sólo fue un soldado, no sólo fue un político, también actuó como un científico, como un pensador, como un filósofo y es reconocido como uno de los más grandes líderes de nuestro pueblo. Su interés por la ciencia y el conocimiento de nuestra península fue aparejado por su lucha política, con la pluma y con las armas, un gran mexicano sí, pero un mexicano que anteponía su patria chica ante los intereses nacionales. Le tocó vivir en momentos cruciales de la historia de nuestro país y de nuestra amada California original, donde estuvo en juego incluso la integridad del propio territorio. Pero Márquez no se dobló, incluso ante la falta de apoyos desde el centro del país, fueron varias las ocasiones que aportaba de su propio patrimonio para tener los medios materiales para defender la integridad de la Baja California. Qué gran ejemplo nos ha dejado con su amorosa obra de desprendimiento, los sudcalifornianos nunca debemos olvidar la puntual lección de este hombre: de que aún reducida a sus propios recursos, la Baja California puede salir adelante, sólo falta educarnos en el empeño y la gallardía, en el coraje de la verdad que pregonaba Márquez, sólo así nuestra península, como él decía, “se salvará de la ruina” porque es de esperarse que aún existan sudcalifornianos que “sientan arder en su pecho el fuego del amor cívico a esta tierra”.

Muchas gracias.