lunes, 29 de mayo de 2017

PRESENTACIÓN "ACONTECERES DE BAJA CALIFORNIA SUR"

Presentación del libro “Aconteceres de Baja California Sur”, edición del XV Ayuntamiento de La Paz, autor: Profr. Leonardo Reyes Silva

Museo de Historia Regional, La Paz, Baja California Sur, 25 mayo 2017




El profesor Leonardo Reyes Silva ya camina despacio, pero su mente sigue acelerada y ocupada en los asuntos de nuestra historia, sus ojos se llenan de luz cuando escucha la posibilidad de editar un nuevo libro, va, insiste, toca puertas, busca sólo el trasmitir el conocimiento, que el paisano choyero (los nativos y los adoptados que se quedaron a ciruelear en El Mogote), se entere de los acontecimientos que han forjado esta tierra a través del tiempo, se busca que pase de mano en mano la historia legendaria de nuestra Antigua California, la auténtica California.

    Su alegato no es contra el tiempo, es a favor de la reivindicación del tiempo pasado, de aquellos lejanos días donde la evasiva península, le dio su bautizo de Sol y de espinas a los primeros europeos que pisaron estos parajes. A nuestra tierra le pusieron California por el mito, el de Calafia y las amazonas, el de las perlas, el del oro y la plata, de su letanía de paraíso en la Tierra, más parece de burla o ironía, pero era el desdén, nacido de la frustración, por no poder conquistar California; ellos, imparables conquistadores de esos lejanos días, que habían atravesado la “Mar Océano”, la Mar del Norte, arrodillando a los imperios mexicas, navegando las imponentes aguas de la desconocida Mar del Sur (Pacífico), se estrellaron de frente con un montón de piedras, desperdigadas en las arenas de “la tierra más mala del mundo”.[1]

    Historia no significa tanto el “pasado” en el sentido pleno de lo pasado, sino tener su origen en el pasado. Tener historia es estar dentro de un devenir, y porque tenemos una historia podemos seguir haciendo historia. Si hay un origen tenemos un punto de partida, y si bien California existía antes del nombre California, es tal palabra con la que englobamos una identidad. Como californianos también nos identificamos con Airapí, Añuiti, Guasinapí, Cadeú, Ligüi, Londó, Conchó, Chiriyakí, Kadakaman, Viggé, nombres estos de la antigua toponimia indígena, pero es California la palabra fundante de un sentido originario, en donde confluye un consenso de pertenencia como habitantes de esta península.



    La injusticia con que se ha tratado el nombre original de nuestra península, y nuestro Estado, ya raya en lo molesto. El tiempo le da la razón a Don Leonardo, y la razón le da la fuerza moral para seguir en su infatigable lucha, en la que no está sólo por supuesto, de seguir combatiendo la ignominia de acortar el nombre de nuestra península a “Baja” o de nuestro estado de Baja California Sur a “Baja Sur”.  En “Aconteceres de Baja California Sur” se perfila esta urgente cuestión, que nace de una necesidad de reconocimiento histórico para nuestra tierra que es California, si no les gusta a los “alteños”, es decir a los de la California estadounidense, pues que ellos se llamen Alta California o utilicen otro nombre que más les plazca para diferenciarse. La California original es mexicana y tenemos que hacer valer nuestro derecho histórico de no ser despojados de nuestro nombre, con el que se reconoce todo un pueblo, no “bajeños”, ni “sureños”, simplemente californios.

    La obra del profr. Leonardo Reyes Silva trata de temas que muchos han sucedido en un espacio y tiempo a veces ya muy remotos, pero eso no genera una lejanía con los acontecimientos, contar la historia es tener una historia, es poner al día las cuestiones donde se decide el futuro de nuestro pueblo; una vez puesta en nuestras manos, de nosotros depende cómo lo vamos a comprender, cómo lo vamos a asumir y cómo lo vamos a transmitir a un futuro.



    También la historia nos obliga a ser siempre actores, esa capacidad de actuación de la historia nos empuja y nos compromete, la vasta obra del profr. Leonardo es una historia de compromiso. Es una invitación a seguir construyendo un país más próspero, que de ninguna manera está confrontado con el progreso de la misma península de California. Nos toca seguir la trama en esta interminable lucha por la libertad y progreso de nuestro pueblo, hilar la vida nacional, la que discurre allá en el centro del país, con lo que nos toca hacer desde acá, y nuestro compromiso es mucho más porque tenemos que hacerlo precisamente desde acá, desde la lejana pero también mexicana California: no dudemos en que podemos hacerlo.

    Lo que aquí se cuenta es más que una simple historia, es una condición política de fondo, no de coyuntura que es la única que alcanzan a ver nuestros “políticos” en su estrechez de miras. Hablo de política en términos esencialistas, en cuanto al entendimiento de ésta como una actividad de observancia del bien común, hablo de esta cuestión política como un término de trascendencia, no es sólo “pasado” independiente del presente y el futuro, es parte de nuestra constitución como paceños y californianos, a sabiendas de esto no podemos ser omisos, en nosotros queda cómo hacemos valer la política californiana en este presente y en un futuro, que cada vez nos alcanza más rápido.

Gracias.
Luis D. Bareño
Cronista Municipal de La Paz




[1] Juan de Samaniego, vecino y regidor de la ciudad de Compostela (hoy Tepic, Nayarit) expresa esta frase en un interrogatorio, que se le hizo a él y a tres desertores, de la expedición de Hernán Cortés en 1535 en la cual se tomó posesión del Puerto y bahía de Santa Cruz (hoy La Paz). Archivo General de Indias, CDIAO, t. XVI, pp. 5-37. “Probanza Ad Perpetuam Rei Memoriam sobre la tierra del Marqués del Valle e indios que de la Nueva Galicia a ella llevaron. Autos entre Nuño de Guzmán y Hernando Cortés.”

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