LXXXV ANIVERSARIO LUCTUOSO DE ILDEFONSO CIPRIANO GREEN CESEÑA, SUDCALIFORNIANO ILUSTRE
Por: Luis Domínguez Bareño
Cronista Municipal de La Paz
Rotonda de los
Sudcalifornianos Ilustres, La Paz, B. California Sur, 27 Marzo 2017
Ildefonso Cipriano Green
Ceseña nació en Cabo San Lucas el 23 de enero de 1830, hijo de Esteban Rufino
Green doña Jesús Ceseña Ojeda, huérfano de padre a los cinco años fue enviado a
San José del Cabo a estudiar la educación primaria. Su madre contrajo segundas
nupcias en 1844 y la familia emigró a San José en la Alta California; dos años
después se trasladó a la ciudad de Nueva York donde llevó a cabo algunos
estudios de medicina y logró adquirir un conocimiento notable de la cultura en
general.
Después de otras dos estancias en la Alta
California, regresa definitivamente a Cabo San Lucas en el año de 1853, justo
en ese año el filibustero Wiliam Walker pretendió crear la República de Baja
California, lo cual no era más que un pretexto para tratar de separar la
península de México y después anexarla a los Estados Unidos. Don Ildefonso
intuía bien estas malsanas intenciones de Walker y se dio a la tarea de
organizar un contingente de hombres para hacer frente a estos aventureros
norteamericanos que creyeron ver desprotegida la península y que sería
relativamente fácil ponerla bajo su mando.
Pero el valor de Ildefonso Green y otros
valientes californios pudo más, al final de cuenta se impusieron a los
invasores que expulsaron al año siguiente; estos importantes triunfos afirmaban
contundentemente que los sudcalifornianos se miraban así mismo como orgullosos
mexicanos y dispuestos a defender la península en favor de la patria, ya la
triste experiencia de la mitad de la pérdida del territorio nacional en 1848
había calado muy hondo en la mentalidad peninsular.
Ya había tenido su bautizado de fuego
combatiendo a los piratas extranjeros, ahora tocaba defender el orden y la ley
suprema de la nación contra los mexicanos que desconocieran la Constitución
liberal de 1857. Es por eso que, junto a Mauricio Castro, Green se levanta en armas
nuevamente, esta vez organiza una compañía liberal de rancheros a los que se
conoce como “rifleros de San Lucas” con los cuales derrota al bando conservador
y se impone el orden constitucional, apoyando a Teodoro Riveroll para que
gobernara la península. Así permanecieron los sudcalifornianos, dándose un
gobierno interno liberal, mientras los invasores franceses imponían la
monarquía de un emperador extranjero en el resto del país en la persona de
Maximiliano.
En estos momentos difíciles para la nación,
Don Ildefonso se asoció con otro sobresaliente sudcaliforniano, el Gral. Manuel
Márquez de León, junto a quien trabajó para preparar la península ante
cualquier ataque que intentaran hacer los franceses, Green con sus rifleros se
quedó custodiando la península, mientras Márquez avanzó al interior del país
con un grupo de valientes sudcalifornianos que integraron el “batallón
Cazadores de California” que combatió gallardamente contra los franceses.
Cuando Pedro Magaña torció la ley para
perpetuarse en 1866 en la jefatura política local, nuestro héroe del sur
peninsular fue a combatirlo y, tras nueve días de asedio en Santiago,
finalmente logra derrotarlo y reestablecer el orden legal del gobierno
republicano juarista.
En 1874, tras desconocer al jefe político
nombrado por Juárez, se levantó en armas Ramón Valdez, en esta ocasión Green personalmente
acabó con la vida del rebelde Valdez y, a pesar de recibir órdenes expresas de
fusilar a los prisioneros tomados de la revuelta de Valdez, se negó a cumplir
con las dichosas órdenes debido a que consideraba que eran muy jóvenes los
rebeldes y habían sido engañados para participar en la revuelta, prefería no
hacer correr la sangre de gente inocente. Lo cual nos muestra la magnanimidad y
ejercicio responsable de sus ideales.
Amigo siempre de la causa liberal, supo ver
junto a Márquez de León, que al llegar Porfirio Díaz por fin a la presidencia
de México, no se había portado a la altura de los ideales liberales, mucho
menos daba algún paso concreto para hacer realidad los anhelos políticos de los
sudcalifornianos; es por eso que toma parte en la Revolución de El Triunfo de
1879, con la cual Márquez de León se levanta en armas contra el Presidente
Díaz. Después de derrotar a las tropas federales en el sur, ante el envío de
más soldados federales de Sonora y Sinaloa, se repliega con Márquez hacia la
frontera norte de la península, donde se dedicó a las actividades mineras hasta
que pudo volver a finales del siglo XIX a su tierra sureña donde se dedica a la
captura de ostras perleras.
Pero el destino le dio revancha, y vio caer
la larga dictadura de Porfirio Díaz en 1911, tras lo cual Don Ildefonso fue
electo presidente municipal de San José del Cabo. Por ser parte del gobierno,
tras la muerte de Madero y la usurpación de la presidencia de Victoriano
Huerta, se le ordenó combatir a los constitucionalistas comandados por Félix
Ortega. Pero otra vez hizo uso de su atinado criterio y se negó a perseguir a
Ortega.
Se sumó a las filas del constitucionalismo
en 1915, junto a Urbano Angulo, coincidiendo una vez más en ese espíritu
liberal revolucionario pero respetuoso de la legalidad, que una vez
reestablecida hizo que Ildefonso Green fuera nombrado mayor en el ejército del
cual se da de baja dos años después. Y ya casi con noventa años a cuestas sigue
dedicando su tiempo a defender las causas populares, reclamando tierras para
los campesinos a la vez que solicitaba al gobierno ofreciese oportunidades
educativas para los jóvenes además de velar porque los recursos naturales
concesionados a empresas extranjeras regresasen a manos mexicanas. La muerte lo
sorprendería en su rancho Santa Gertrudis un día como hoy, pero de 1932, a la edad de 102 años.
Don Ildefonso Cipriano Green Ceseña fue un
hombre necesario para México y para la Baja California, le tocó participar
defendiendo a la “patria grande” contra las ambiciones extranjeras, y también
defender a la “patria chica” contra las ambiciones de los compatriotas que
trataron de transgredir la ley; Ildefonso Green es más que un héroe, es un
ejemplo de pundonor, de congruencia y de sensatez, virtudes siempre actuales y
todas ellas muy necesarias antes de llegar a las armas, es decir, para llevar a
cabo una buena política que sirva a los intereses del pueblo. Por ese alto
sentido de responsabilidad para con su gente y su tierra, es que hoy en día se
le considera un sudcaliforniano ilustre, sigamos aprendiendo de este hombre
eterno.
Muchas Gracias.
La verdad, Chucho Castro fue un tipo mediocre, cuando director del PRI, traia el presupuesto en la bolsa del pantaloon. Este Profesor Murillo Aguilar, fue siempre un griton, pilas nuevas, despota y abusive con sus condiscipulos en la secundaria. Siempe un odioso sangretas, nunca popular, pero gandalla, siempre arrebatando el microfono pa dares guayabazos..ya en su vida professional, Alberto lo puso en el PRI solo como firmon, sabeindo que no sirve pa nada...pero eso no es lo peor...trajo a toda su indiada, una caterba de Murillos odiosos y a todos les dio trabajo en todos los partidos, les llaman los pulpos del gobierno local, son unos parasitos..con un comun denominador, indios odiosos, rancheros taimados...a este Profesor mas se le conoce como el Violador del Mezquitito, donde dejo a uan joven herida, violada y traumada de por vida...pero amenazo a la humilda familia para no hacer mas ruido. Luego lo corrieroon del CLub de Leones por sus escandalos sexuales y morales….toda una fichita...los que fuimos a la escuela con el, lo recordamos con odio y rancor...cuando muera, vamos a hacer pastel....este murillo es una mala vivencia, una experiencia desagradable, tener la mala suerte de haberlo conocido..simpre con la Jeta de Malencarado, despota, abusivo, peleado con el mundo.
ResponderEliminarLos de la Secundaria y Preparatoria Morelos, lo recordamos con odio.